viernes, 27 de junio de 2014

Quiero sentir el fútbol en mi interior

No me imaginaba que estas simples palabras: "Quiero sentir el fútbol en mi interior" significaran el final de mi vida. Mi vida es muy plena, o al menos lo era. Tengo a Mark, mi hermanito con quién siempre discuto. Tengo a Nathan, la perfecta combinación de defensa-novio-amiga. Tengo a Riccardo, vale, no me quiero pasar con él pero siento que desde que lo conozco es como si tuviera un hermanito pequeño. Y tengo a TODOS los amigos de mi hermano, que no hablo mucho con ellos pero si los necesitara sé que acudirían a mi llamada. El caso es que esas palabras surgieron porque venía de una discusión con Nathan, lo arreglamos y decidí que era el momento de un paso más. Ser padres, lo hacía por capricho y a Nathan no le parecía bien. El quería que me saliese el...INSTINTO MATERNAL. Pero bien yo eso no lo poseía todavía.

El caso es que cuando me dijeron que tendría un problema para tenerlo cambié de opinión. Tengo Hipertensión Arterial y por lo rápido que va mi sangre no soportaría un parto. Al menos un 99'99999999999999999999% dice eso. La probabilidad de que salgamos el bebé y yo con vida es casi nula. Y ahí es dónde empecé a dudar. ¿Pero si yo no quiero niños, por qué dudo? Pensé. La respuesta me la sacó Aitor, estaba claro que era muy imposible que saliésemos los dos así que decidí educarle a el para que pudiese educar a mi bebé, y apoyar a Nathan. Porque decidí que lucharía por los dos, pero que si era un Doble o Nada me quedaría con el doble, para eso soy una Evans. Valiente, espontánea y especial. Y no iba a dejar al mundo sin una Evans, porque iba a dejar dos a cambio. Aitor y Nathan Jr Evans. Me han dicho que es niño y estoy contentísima. A Nathan le va a dar algo porque él quería un niño, aunque la sorpresa se la dará en el parto.

Pero el instinto maternal no me lo sacó Nathan Jr. ME LO SACÓ AITOR. Y él estoy segura de que sentirá el fútbol dentro de él, porque es un gran jugador, un gran amigo y sobretodo un hijo ejemplar.